Queremos aprovechar este post para hablar del pulpo, del calamar y de la sepia.
Todos ellos son cefalópodos con tentáculos alrededor de la cabeza, que se alimentan de peces, cangrejos y otros moluscos.
A los tres les caracteriza su gran versatilidad para cambiar de color y adaptarse al entorno en el que viven así y la de disponer de una bolsa de tinta como arma defensiva para huir de sus enemigos.
El pulpo es famoso por sus ocho brazos. Los hay de roca y los capturados en alta mar. Nutricionalmente son muy interesantes por tener poco colesterol y poseer grasas saludables. Hoy en día, lo podemos encontrar tanto fresco como congelado, conservando su sabor y propiedades.
El calamar con sus 10 tentáculos contiene una pluma rígida en su interior que hay que quitar. Este animal varía su nombre en función de su tamaño y procedencia. Queremos destacar el magnífico sabor de los chipirones, calamares de pequeño tamaño. De todos los mariscos es que contiene mayor cantidad de colesterol y contenido en sodio.
La sepia tiene 8 brazos con ventosas y 2 tentáculos más largos. Al igual que ocurre con el calamar recibe diferentes nombres según el lugar y tamaño: jibia, choco, chopito, etc. Es una alimento que tiene menos colesterol que el calamar pero sí un considerable contenido en sodio. Al igual que el calamar es un alimento muy sabroso tanto cocinado a la plancha, en arroces o sopas de pescado, etc.
La tinta que tienen en su interior tanto el calamar, la sepia como el pulpo actualmente se está investigando por sus interesantes aminoácidos y polisacáridos, por ser potencialmente principios activos frente a dolencias como algunos tumores.
Todo un lujo!
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